16 mar 2011

llamadme ismael

llueve. si, va bien pero no podemos salir a patinar y eso jode, pero bueno, hay alternativas... a veces cultivar el espíritu puede ser buen sustitutivo del deslizarse y el viento en la cara. bueno!, la promesa de buen yantar en compañia más que deseada también ayuda! :)
ayer en lugar de patinar fuimos a una conferencia sobre Herman Melville y Moby Dick que daba Francesc Lleal i Galceran, después a cenar.
la cena un acierto y de la conferencia yo me quedaría con el alentador entusiasmo de Francesc, entusiasmo que logró transmitirme hace un tiempo un alumno suyo y me llevó a desear leer Moby Dick.
Tengo la suerte de no haber terminado aun el libro, pero me atrevo a decir ya, que la parte que mas me ha impactado por la que creo es su contundencia es el primer párrafo. es donde el autor empieza a describir el sentimiento que le lleva querer embarcarse. además, principio que para mi ha sido premonitorio a toda una serie de perlas de las que el libro está lleno.

salut!!

"CAPÍTULO I
Llamadme Ismael. Hace unos años -no importa cuánto hace exactamente-, teniendo poco
o ningún dinero en el bolsillo, y nada en particular que me interesara en tierra, pensé que me iría
a navegar un poco por ahí, para ver la parte acuática del mundo. Es un modo que tengo de echar
fuera la melancolía y arreglar la circulación. Cada vez que me sorprendo poniendo una boca
triste; cada vez que en mi alma hay un noviembre húmedo y lloviznoso; cada vez que me
encuentro parándome sin querer ante las tiendas de ataúdes; y, especialmente, cada vez que la
hipocondría me domina de tal modo que hace falta un recio principio moral para impedirme salir
a la calle con toda deliberación a derribar metódicamente el sombrero a los transeúntes, entonces,
entiendo que es más que hora de hacerme a la mar tan pronto como pueda. Es mi sustitutivo de la
pistola y la bala. Con floreo filosófico, Catón se arroja sobre su espada; yo, calladamente, me
meto en el barco. No hay nada sorprendente en esto. Aunque no lo sepan, casi todos los hombres,
en una o en otra ocasión, abrigan sentimientos muy parecidos a los míos respecto al océano."
Herman Melville

3 mar 2011

enriclong

los insaciables lo forman básicamente almas inquietas y por lo tanto artistas, de alguna manera u otra.
pues bien, uno de ellos ha personalizado la tabla de otro al que ha hecho muy feliz.
para los interesados, que sepáis que esta obra se mostrarà en exposición itinerantísima :)  por casi toda barcelona y haciendo parada en los bares que la merezcan.

merci tio!